Calucé

Una historia de Amor Gracias a la señora Carlina Esguerra Samper, educadora - pedagoga de profesión y vocación, nace un sueño hecho realidad. El 24 de junio de 1964 se casa con el señor Carlos Rojas Llorente, viudo y con tres hijos: María Lucía (la mayor, con parálisis cerebral) de 10 años, Carlos Mauricio de 8 años, y Sylvia de meses; luego de este matrimonio, en 1965, nace Juan Rojas Esguerra, hoy Director de CALUCÉ. Y llegan a vivir a la finca en Chía que había sido de los abuelos maternos, llamada ”La Estancia” que luego se le cambió el nombre por el de “CALUCÉ”. En el año de 1974, la señora Carlina Esguerra de Rojas convierte a CALUCÉ en institución para asegurar un futuro lleno de BienEstar para la hija mayor, María Lucía, y que pudiera estar atendida con las mejores condiciones y en compañía de otras personas. Después de investigar y visitar algunos centros dedicados al cuidado de adultos mayores en el exterior, ella es la primera persona en introducir el concepto “Hogar Geriátrico” en nuestra cultura, donde las instituciones similares no disponían de muy buena reputación y estaban dedicadas únicamente a personas de escasos recursos. En 1979 decide dedicarse exclusivamente a CALUCÉ, para atender una necesidad de atención especializada en los adultos mayores de los estratos altos que no estaba contemplada. Convencida que la “vejez no distingue estratos sociales” e inspirada en su vocación de educadora y madre, emprende con ayuda de Dios, la labor de atender a personas que requieren cuidados especiales. Comenzó por adecuar su casa republicana de mediados del siglo XIX, en medio de jardines y árboles, situada en las afueras de Bogotá, para que siete huéspedes disfrutaran del apacible ambiente sabanero alrededor de María Lucía, con los cuidados que cada uno requería para su atención. A los pocos años se adaptan la casa de los mayordomos y el establo de la finca, la cual seguía produciendo leche, verduras orgánicas y algunas frutas. Se mantuvo la estufa de leña hasta hace pocos años, y el horno artesanal continúa en uso. Los animales domésticos siguen y seguirán siendo parte fundamental para nuestro entorno. Desde el inicio, la señora Carlina Esguerra de Rojas se preocupó por la formación integral de quienes atendían a los huéspedes, logrando que el SENA en ese entonces dictara un curso para Cuidadoras de Adultos Mayores dentro de CALUCÉ. Hoy en día continuamos con el desarrollo del talento humano mediante programas permanentes de fortalecimiento y actualización en los conocimientos y habilidades que requiere todo el personal que hace parte integral del servicio que se ofrece. En 1992 el señor Juan Rojas Esguerra, siendo consciente de su propio proceso de envejecimiento, deja el ejercicio de su carrera como agrónomo y decide continuar con CALUCÉ como Obra dedicada al servicio de los demás, establece un taller de Carpintería dentro de la finca, con el fin de estar al lado de su madre y acompañarla en su sueño. En 1995 se consolida CALUCÉ como Sociedad Limitada, al igual que la carpintería JUANPALO, que 9 años después se fusiona con CALUCÉ. Por quebrantos de salud, en el 2005, la señora Carlina Esguerra de Rojas decide valerosamente cambiar de domicilio a nivel del mar y su hijo el señor Juan Rojas Esguerra asume la responsabilidad de continuar con la obra y de mantener la esencia: El respeto por el prójimo y el servicio a los demás. Hoy por hoy, su compromiso es continuar introduciendo un concepto distinto basado en la experiencia, trayectoria y tradición que por más de tres décadas ha caracterizado a CALUCÉ. Por este motivo y con gran satisfacción hoy en día se reconoce a CALUCÉ como una Empresa Social Rentable que sigue asegurando el BienEstar de sus huéspedes, sus familias y de todos los que de una u otra forma, mediante el compromiso diario logramos que CALUCÉ sea una HISTORIA DE AMOR hecha realidad, con el mismo concepto que se creó: “proteger y servir a personas que requieren cuidados especiales”